Semana santa
Semana Santa y Semana Mayor llama la liturgia
a la última semana de Cuaresma, porque en ella se conmemoran los misterios más
santos y más augustos de, nuestra religión. Son días de luto, pero de un luto reconfortado,
pues recuerdan la muerte afrentosísima del Hombre-Dios, y por ella nuestra
redención. ¡Cuán al vivo nos pintan los oficios de estos días la perversidad y
la ingratitud de los hombres para con Dios, y la mansedumbre y el amor
entrañable de Jesús para con la humanidad!
Hay ceremonias en esta semana como para
conmoverse y llorar, ora de alegría, ora de conmiseración. Recorrámoslas
rápidamente, aunque sólo sea para formarnos una idea general del bello panorama
que la Iglesia va a ofrecer a la vista de sus hijos.
Donde la gente olvida todo por la muerte de Jesús
sabiendo que él murió por nuestros pecados pero que hace esta semana especial
si los pecados son mas grandes ahora ya ha agotado toda rama de esta sociedad
hasta las que se suponen que siguen a fidelidad la palabra de dios , el no
hubiera querido que lo adoraran si ve que el mundo sigue igual antes
peor que gastan todo el dinero en decoración y fiestas cuando niños mueren de
hambre en la calle pidiendo a dios que la vista de el se posara un momento en ellos en que vea en ese pequeño
atomo de persona la miseria que crea esta religión.
En la selebracion vemos como las personas son
felices dándole gracias a dios por sacrificarse por nosotros pero que pasa con
la gente que no tiene nada que agradecer acaso no merecen algo mas que esto acaso no
merecen ser visto por la mmaxima autoridad de dios sentada en una silla de oro
comiendo la comida que otros no puden ni soñar la vida de esta gente fue la
vida de dios una vida humilde pero siempre tenia la mano de alguien que lo
apoyara porque no podemos hacer esto en semana santa porque no volver un ritual
el solo ayudar a alguien él solo darle de comer a alguien más multiplicar los
panes con la gente que no tiene.
Las procesiones son una parte muy importante
de la celebración de la Semana Santa; forman el devenir cultural y religioso
alimentado por la fe y la devoción.
La Procesión del Domingo de Ramos representa
el acompañamiento que la ciudad hace al Señor en su entrada triunfal a
Jerusalén. En esta oportunidad se hace la ceremonia de bendición de ramos.
El Martes Santo se efectúa una procesión
nocturna en medio del sonar del Réquiem precediendo a los portapasos. Tras la
fila de las imágenes avanza un cortejo de acólitos de sotanas rojas que portan
incensarios, campanillas y un gran crucifijo. La procesión se cierra con la
bella imagen de Nuestra Señora de los Dolores.
La procesión del Viernes Santo es la
representación simbólica y torturante de todo el drama de la Pasión antes de la
crucifixión. La imagen de la muerte es un esqueleto que sostiene con su
osamenta una gran guadaña. Un grupo de hombres que portan martillos cinceles y
otras herramientas encarnan a quienes retiraron de la cruz el cuerpo
ensangrentado. Y finalmente, avanza el Santo Sepulcro, elaborado en marfil y
carey, en el que reposa la imagen de Cristo después del descendimiento.
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